En un cruce de caminos en dirección a la ciudad de Burgos, encontramos esta villa señorial, que ostentó la capitalidad de España a principio del siglo XVII, gracias a las intrigas palaciegas del Duque de Lerma, valido del rey Felipe III. Durante su reinado convirtió esta villa burgalesa en su residencia y lugar de recreo durante las visitas del rey Felipe III. Lo que ha dejado una villa regada de palacios y suntuosos templos que le ha valido a ser declarado Conjunto Histórico Artístico.
¿Cómo llegar a Lerma?
- En coche
Desde Madrid o Burgos podemos llegar por la autovía A-1, se encuentra a 38 km de la ciudad de Burgos.
- En transporte público
También disponemos de autobuses de la línea Madrid-Burgos, que paran en Lerma.
>>10 rincones únicos que ver en Lerma
1. Arco de la Cárcel
Siguiendo la calle de la estación llegamos directamente al Arco de la Cárcel, lugar de entrada a la zona monumental. Esta puerta es lo único que queda de la muralla que cerraba la villa de Lerma.
Enfrente del arco tenemos el Monasterio de la Madre de Dios (siglo XVII) fue mandado construir por el Duque de Lerma, ya que como priora iba a colocar a la suegra de su hijo el Duque de Uceda. La construcción es muy austera y alberga actualmente una congregación de monjas carmelitas descalzas.
Pasando el arco de entrada, llegamos al casco urbano medieval, pese al suelo empedrado y la cantidad de edificios antiguos, tendrás que tener cuidado con los coches, ya que es un devenir continuo, ya que no hay ningún tipo de restricción al tráfico. Cuyo punto culminante es la Plaza Mayor, una de las más grandes de España, y que es el parking de la ciudad.( Me imagino la plaza Mayor de Salamanca con coches y me da algo)
2. Antigua plaza de la villa
Dicho esto, sigamos nuestra ruta. Lo primero que veremos es la antigua plaza de la villa con sus típicos soportales, una de las zonas más antiguas de la ciudad. Sin duda uno de los rincones más bellos que ver en Lerma.
3. Convento de Santa Teresa y el Ayuntamiento de Lerma
Subimos la calle hasta la ex Colegiata de San Pedro, pero primero vamos a ir al Ayuntamiento donde se encuentra el CIT de Lerma. Con este nombre no te dirá nada, pero un CIT es un Centro de Iniciativa Turística. Es como una Asociación privada que se dedica a la recuperación del patrimonio de una región, en este caso se financian a través de las visitas guiadas que organizan de forma que los ingresos se utilizan para restaurar por ejemplo el tejado de la Colegiata o alguna de sus obras de arte.
De tal forma que por 4 € que cuesta la visita guiada, te contarán la historia de Lerma, visitaras sus principales monumentos y podrás acceder a la Colegiata cuya visita solo se pueda hacer de esta forma. Además estarás ayudando a la recuperación del patrimonio de Lerma.
4. Ex Colegiata San Pedro
Empezamos el recorrido conociendo un poco la figura de Francisco de Sandoval y Rojas, más conocido por el Duque de Lerma. El rey Felipe II, antes de morir dice las siguientes palabras “Dios me ha dado un gran imperio pero no un hijo que lo gobierne” esta frase representan la tónica del reinado de su hijo Felipe III. Un hombre muy religioso y que le encantaba las fiestas populares, pero que era incapaz de dirigir un reino, por lo que se rodeaba de gente que hicieran el trabajo por él. De esta ventura, se encargó durante veinte años el Duque de Lerma que utilizó su posición para trasladar las Cortes a Valladolid, comprando previamente los terrenos y vendiéndoselo al rey por un precio mayor. Finalmente es descubierto su entramado de corrupción y para poder salvar la vida solicita a Roma el capelo cardenalicio. Y así quedó para la posteridad la rima en el dicho popular: “Para no morir ahorcado, el mayor ladrón de España, se vistió de colorado”
Entramos en la Colegiata, donde podemos ver su magnífico retablo, que luce expendido gracias a la restauración de hace unos pocos años. A la espalda encontramos dos magníficos órganos y un coro. Uno de los regalos del Duque de Lerma para agasajar al rey en sus visitas a Lerma.
A un lado del altar tenemos la escultura, realizada en bronce y orante, del tío del Duque de Lerma, cuyos restos se encuentran debajo.
Antes de continuar, no debemos pasar por alto la escultura que hay en un banco frente a la Colegiata. No es otro que José Zorrilla, el poeta y dramaturgo español, tiene desde hay muy poco una escultura en su honor. La casa donde vivió durante unos años en Lerma se encuentra todavía como no podía ser de otra manera en la calle José Zorrilla.
5. Los pasadizos aéreos
Nuestra siguiente parada son los pasadizos aéreos que se encuentran por detrás de la Colegiata y permitían conectar el Palacio Ducal con la Colegiata sin tener que ir por la calle. En una época donde la peste estaba a la orden del día, la posibilidad de no tener que mezclarse con el pueblo llano, era una tónica popular en la nobleza. Si nos fijamos a la entrada del pasadizo veremos que existe otro por encima por el que las monjas del convento anexo de la Ascensión podían cruzar a la Colegiata sin romper la clausura. Así que no penséis que los pasadizos se utilizaban para escarceos amorosos entre monjas y nobles, que esto no es el Conde de Montecristo, por mucho que José Zorrilla viviera aquí.
6. Iglesia del Convento de la Ascensión
Entramos en la iglesia del Convento de la Ascensión, otro de los bonitos tempos que ver en Lerma. En su interior lo más destacado son las reliquias que atesoran la orden religiosa que podemos ver a través de la reja, donde destaca un Cristo Yacente de Gregorio Fernández. Las monjas todavía viven aquí, así que puedes aprovechar para coger algunas pastas.
Seguimos en dirección a la Plaza Mayor, pero antes paramos en la tumba del Cura Merino. Uno de los mayores guerrilleros del ejército español durante la invasión napoleónica, del que dijo Napoleón que: “Prefiero la cabeza de ese cura a la conquista de cinco ciudades españolas”.
7. La Plaza Mayor
Llegamos al parking, digo la Plaza Mayor, una típica plaza mayor porticada con bares y terrazas, pero también con los atípicos coches que no permiten poder fotografiar la plaza por completo.
Junto a la plaza encontramos el Palacio Ducal, lugar en el que residía el Duque de Lerma. A partir de lo que quedaba de un antiguo castillo. Si entramos en el interior en el patio todavía podemos ver uno de los muros del castillo. Este palacio digno de un rey, cayó en decadencia al mismo tiempo que su dueño. Con la invasión napoleónica se convirtió en cuartel, y para poder sobrevivir al duro frío de Burgos, utilizaban la madera del tejado para calentarse.
Por suerte la compra por parte del Estado y su conversión como Parador Nacional, le ha devuelto el esplendor de antaño. Siendo el único Parador de la provincia de Burgos.
8. Monasterio de San Blas
Al lado del Palacio Ducal encontramos el Monasterio de San Blas, habitado por monjas Dominicas de clausura y que son conocidas en Lerma por sus vistosos trabajos de cerámica pintada a mano.Destaca en su interior su retablo mayor (siglo XVII) y una importante colección de tallas, pinturas y relicarios.
9. Convento de Santo Domingo
Muy cerca de la Plaza Mayor encontramos el Convento de Santo Domingo, mandado construir por el duque de Lerma para sus protegidos frailes dominicos, encargando el proyecto a Fray Alberto de la Madre de Dios. Destaca la fachada principal con elementos barroquizantes. Aparecen los escudos de los duques de Lerma y la imagen del Santo fundador de la Orden de Predicadores. Hoy es un centro cultural.
10. Ruta de los molinos de agua
Para terminar, podemos volver a los pasadizos aéreos, para bajar por las escaleras que nos lleva al río Arlanza. Aquí abajo podemos ver alguno de los molinos de agua. Pero sin duda lo mejor es alejarse un poco para contemplar el perfil de la ciudad de Lerma.
Y terminamos nuestra visita por los 10 rincones que tiene que ver en Lerma, con una de las mejores vistas de Lerma.
Más información
Web de Turismo de Lerma: https://www.citlerma.com
Dónde Comer
Los más recomendables.
- Lis 2 (Paseo Mesones 3): un lugar estupendo para comer, una comida casera de gran calidad a buen precio.
- Taberna del Pícaro (Plaza Mayor): un lugar ideal para tomar tapas en su terraza disfrutando del parking de la plaza Mayor.
- Fonda Caracoles (Calle Don Luis Cervera Vera 10): uno de los mejorcitos para comer en Lerma, seguro que no te defrauda.
- Asador Casa Brigante (Plaza Mayor 5): si vienes a Lerma y quieres comer un buen lechazo, aquí tienes tu sitio
Dónde dormir
Yo me iría si pudiera a dormir al Parador, pero si buscas algo más asequible aquí tienes la lista de alojamientos de Lerma:
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Un artículo muy interesante y curioso.
Muchas gracias!
También, tus artículos nos ayudan a conocer muchas informaciones acerca del país español. Adelante!!
Aquí estoy, en Lerma, Ya he leído lo q has puesto y mañana iré siguiendo tus pasos, muchísimas gracias
Gracias a ti por leerlo