Durante nuestra ruta por la provinica de León, pudimos acercarnos a Castrillo de los Polvazares, situado a tan solo 6 km Astorga. Este pequeño pueblo declarado Conjunto Histórico-Artístico, conserva la arquitectura tradicional maragata de piedras rojizas, calles blasonadas y un pavimento empedrado (solo apto para calzado plano).
¿Cómo llegar en Castrillo de los Polvazares?
Para llegar debemos tomar la autopista A6 (Madrid – A Coruña) hasta Astorga. Desde Astorga tomamos la carretera LE142, unos 8 km hasta Castrillo.
EL acceso al pueblo está restringido únicamente a vecinos, así que tendréis que dejar el coche a la entrada. Junto al puente hay un gran aparcamiento.
Un poco de historia
Los habitantes de Castrillo de los Polvazares fueron principalmente arrieros (mercaderes itinerantes de vino y pescado entre otros) que se desplazaban mediante carros tirados por mulas. De aquí viene su denominación como maragatos.
El pueblo originalmente se encontraba en otra ubicación, pero debido a una riada, los habitantes de desplazaron en el siglo XVI en su emplazamiento actual, por lo que sus viviendas son de esa época. Sus casas, llamadas casas arrieras, se organizaban dependiendo de su actividad comercial, pero todas disponían de grandes puertas para poder entrar y sacar los carros, obviamente una cuadra, y en algunas, la bodegas. Sus necesidades comerciales se reflejaba también en las calles. Avenidas anchas que facilitaban el transito de los carros.
Con la llegada del ferrocarril a Astorga (año 1866), el oficio de arriero va perdiendo pujanza, frente a la rapidez que permitía el transporte en trenes de mercancías. Por lo que empieza una paulatina despoblación de estas villas que vivían del transporte. En el caso de Castrillo de los Polvazares, tuvo la suerte de anexionarse a Astorga, que lo unido a estar en la ruta jacobea, le permitió sobrevivir. Hoy su principal fuente de ingresos son los miles de turistas que se acercan a descubrir su preciosa arquitectura tradicional y disfrutar de su famoso Cocido Maragato.
¿Qué ver en Castrillo de los Polvazares?
Actualmente son menos de cien de los habitantes con los que cuenta el pueblo, y unas cinco calles. Por lo que no tendrás ningún problema en recorrer el pueblo. De todas formas a la entrada disponemos de un plano donde nos úbican cada uno de los restaurantes y locales para que puedas localizarlos facilmente.
En Castrillo de los Polvazares, el monumento es todo el pueblo, así que os recomendamos que os paséis con calma por sus calles. Empezariamos con el Puente Viejo, que cruza el río Jerga, y que nos da acceso a la calle principal o Calle Real. La mayoría de restaurantes los podemos encontrar aquí, así que no hay pérdida.
Por la Calle Real, es donde encontraréis más visitantes, así que os aconsejamos que lo recorráis por las calles laterales. Si tenéis ocasión, entrad en uno de los patios de las casas particulares. La mayoría de ellos tienen una decoración sorprendente.
Al final de la Calle Real se encuentra la cruz del Cristo de Arriba (no se complican con los nombres).
Siguiendo la calle de la izquierda encontramos la Casa de Cultura, con la ermita de San Juan adosada, y una de las casas más grandes de la villa, la Casona de los Salvadores, perteneciente a uno de los ricos del pueblo.
Justo en frente, en el número 18 de la calle Juan José Cano, se encuentra la galería/taller «Arte Grupo 18″, donde se exhibirse interesantes exposiciones.
Y terminamos en la Iglesia de Santa María Magdalena, que destaca por su espadaña con doble campanario. Y un poco más abajo, la antigua fuente.
Cocido maragato
Muchos de los que nos acercamos a Castrillo de Polvazares es para degustar su famoso cocido maragato, que aunque se siga dividiendo en tres partes, éste se toma al revés: primero la carne(morcilla, chorizo, panceta, costillas, morro y oreja de cerdo), luego los garbanzos con la berza y por último la sopa de fideos. Ya que como dicen aquí, que de sobrar, que sobre la sopa, ya que de tontos no tienen un pelo.
Hay varias teoría al respecto, algunos lo vinculan con la época de conflictos bélicos, en donde decían que primero se comía la carne por si había que salir corriendo. Aunque la más plausible, se debe a la forma de vida de los propios arrieros maragatos. Al llegar a las posadas o mesones, sacaban de su forja un trozo de carne de cerdo cocida, y para terminar, pedían una sopa caliente para que pasara mejor la comida.
Esta costumbre de los arrieros, la traían a sus casas poniendose de moda entre los vecinos. Llegando hasta hoy, en la que son miles de turistas que se acercan a la localidad para disfrutar de este cocido, en la decena de restaurantes que tiene la localidad. Y que da la sensación que hay más mesones que habitantes.
Dónde comer cocido maragato en Castrillo de los Polvazares
Como hemos dicho en Castrillo de los Polvazares hay más restaurantes que habitantes. Y en todos ellos podemos comer a base del famoso cocido Maragato. Así que es difícil equivocarse, lo que si te puedes encontrar es que todo este lleno si no has hecho reserva.
Los restaurantes más famosos para comer cocido maragato son el Restaurante Coscolo y Entrepiedras. En ambos tenemos un menú a base de cocido maragato muy parecido, al que se completa con las típicas natillas al caramelo de postre y a un precio de 19,50 € y 18,50 € respectivamente. Otras opciones también buenas son La Magdalena, Casa Juan Andrés, Mesón del Arriero, o Cuca La Vaina. Todos con muy buenas opiniones, y buenos precios, pero si vais en temporada alta, acordaros de reservar previamente.
Nosotros comimos en el Restaurante Casa Juan Andrés (calle Juan José Cano ,16). Casa familiar maragata del chef Juan Andrés, que aprendió la receta del cocido maragato de su abuela y su madre.
Tras adentrarnos al patio interior, accedimos a la vivienda donde nos colocaron en un comedor privado, que originalmente sería una de las estancias de la vivienda familiar. Alrededor de la mesa nos rodeaban fotos de personajes ilustres que había pasado antes que nosotros para degustar su especial cocidos maragatos.
Los platos se iban sucediendo en la mesa, primero dos platos de carne con una mezcla de chorizos, lacón, panceta, costillas, gallina, morcillo, oreja, careta y manitas de cerdo. A continuación una bandeja de garbanzos con berza, patatas y zanahorias. Pero antes de llegar al tercer vuelco nos preguntaron si queríamos repetir de alguno de los anteriores, algo de lo que no pudimos resistirnos. Llego el tercero, la sopa de fideos, a la que llegamos con el estómago lleno, pero que nos permitió que la carne entrara mejor.
Y si pensaba que ya era todo, todavía teníamos el postre, a elegir entre natillas, crema de café o tarta de chocolate. Por suerte la calle tiene la suficiente inclinación para poder ir rodando toda la Calle Real hasta el coche.
Dónde dormir
Debido a que forma parte de la ruta jacobea y la afluencia de turista, dispone de una amplia variedad de alojamientos. En total son tres hosterías, un hotel rural, un bed&breakfastel y el albergue municipal, para cubrir las necesiades de los pregrinos y de aquellos que solo quieren pasar uno días. Además la cercanía con Astorga añade más posibilidades si cabe.
Si quieres descubrir este bonito pueblos y recorrer la comarca de la maragatería, aquí tienes los mejores alojamientos de la zona:
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