
En la Rioja alta, junto al río Oja, los peregrinos que desde el siglo XI pasan por estos lugares, tienen como guía la inconfundible torre de la Catedral de Santo Domingo de la Calzada. La localidad del Santo está situada en una extensa llanura a los pies de la Sierra de la Demanda, en el extremo occidental riojano, casi en tierras de Burgos.